jueves, 27 de octubre de 2016

Leoplán, magazine popular argentino


Leoplán, magazine popular argentino hace su presentación en sociedad el 7 de noviembre de 1934 y, debido a la favorable respuesta del público, adquiere prontamente una frecuencia quincenal. Publicada por la editorial española Sopena y con una extensa tirada, en sus 196 páginas podían recorrerse diversas secciones.  Con algunas  características similares, inherentes  al tipo de formato empleado, Leoplán logró diferenciarse del resto de las publicaciones periódicas de la época  por el protagonismo otorgado a la literatura.  En los sumarios puede observarse la presencia de una novela principal que ocupaba la imagen completa de la portada y mantenía el espacio privilegiado dentro de la diagramación junto con  8 a 12 cuentos cortos  que  detentaban una extensión máxima de tres páginas. 
Inmersos en una tipología conocida como magazine,  los textos de lectura se presentaban  dentro de una mezcla heterogénea  intercalándose  entre crónicas, deportes, cine, televisión, radio, moda, curiosidades, entretenimientos, reportajes, chistes, historietas,etc.
El título de Leoplán era un juego de palabras que hacía referencia a un plan de lectura propuesto por la editorial. Dicho proyecto formó parte de un conjunto de acciones efectuadas con fines pedagógicos tendientes a favorecer el proceso de transformación social y cultural de nuestro país y es en esta línea rectora que  las ilustraciones de ficción contribuyeron a la educación del lector. La  mixtura con otras secciones propiciaba el vinculo de estos lectores en formación con la literatura, a la vez que colaboraba con el acercamiento a un tipo de lectura que le proporcionaría cierto prestigio social. La adquisición de estos conocimientos se tornaban necesarios e irían modelando gradualmente el perfil de estas clases sociales en progresivo ascenso. 

RAUL VALENCIA


RAUL VALENCIA (Arequipa, 1910-2008)
Comenzó su carrera como dibujante siendo muy joven y desde 1931 desempeñó su labor para diferentes diarios y revistas tanto en Perú como en Chile. Pocos años más tarde se radicó definitivamente en la Argentina en donde trabajó para el grupo Sopena a la vez que colaboró, entre otras, para las publicaciones Mundo Argentino y Goles además de haber realizado numerosas ilustraciones para el formato libro.
Integró la plantilla de dibujantes de la editorial española, habiéndose comprobado su labor en las publicaciones femeninas de Maribel y Chabela durante el periodo 1935-1944. Dueño de una imagen versátil sus ilustraciones acompañaron portadas y textos literarios de los más variados géneros. En las representaciones de carácter más formal el dibujo se cierne a la ilustración más académica, con composiciones estáticas que se resuelven técnicamente mediante el empleo de un dibujo lineal sobre el cual trabaja con sombreados para la diferenciación de los volúmenes. En lo concerniente a las narraciones humorísticas, la economía en el uso de los recursos plásticos, propio del género al que hacen referencia, plantean un mayor dinamismo y síntesis en el tratamiento de la imagen.

Esta misma ductilidad fue desarrollada en Leoplán de forma ininterrumpida desde 1935 hasta 1944. En su faceta cómica realizó historietas y gags humorísticos a página completa siendo el dibujante elegido por la editorial, junto con Gubellini y Villafañe, para la ilustración de los cuentos y viñetas de carácter satírico. Bajo el seudónimo de Mario León y de Paul Valentin firmó ilustraciones de carácter formal entre los años 1936 a 1939 inclusive, apareciendo más tarde algunas pocas participaciones con estas signaturas. Fue uno de los primeros en ejecutar portadas denominadas composiciones en donde el artista generó fotomontajes incorporando al dibujo manual los fondos de fotografías relacionadas a la temática de la novela a la que aludían. 

ERNESTO FAIRHURST









ERNESTO FAIRHURST (1911-1989)
Nacido en la cuidad de Buenos Aires a principios del siglo XX, Fairhurst fue un eximio dibujante que descolló en el ámbito de la gráfica por sus trabajos tanto dentro del campo de la ilustración en general como especialmente en el área de la publicidad. Su trabajo fue requerido por las más importantes agencias de la época tanto a nivel nacional como internacional.
A su ingreso a Leoplán, ya contaba con una sólida formación artística y una vasta experiencia en el campo de las artes tradicionales y de la gráfica en general. En nuestro país recibió una educación formal concurriendo a la Academia de Bellas Artes y tomando clases con el reconocido ilustrador, pintor y acuarelista Jorge Larco (1897-1967)1. A la edad de veinticinco años se trasladó a Europa continuando su formación artística primeramente en Inglaterra en donde amplió sus estudios en el Chelsea Politécnica y luego en la Escuela de Bellas Artes de París. Allí desempeño su labor como ilustrador en la revista Vouge.
Regresó a la Argentina en 1939, y habiéndose restablecido en el medio porteño ingresó a la nómina de dibujantes de Leoplán en el año 1941 permaneciendo en el magazine hasta 1944 inclusive.

Sus precisas y refinadas ilustraciones acompañaron una gran cantidad de textos literarios. Ejecutadas con la técnica de aguadas, sus figuras modernas y estilizadas remitían a la estética publicitaria, oficio del cual era un profundo conocedor.

Arístides Rechain

ARISTIDES RECHAIN (1889-1962)
Nació en la ciudad de Rosario y se formó artísticamente en la Academia de Bellas Artes Domenico Morelli en Santa Fe. Allí realizó sus primeras experiencias gráficas integrando el equipo de Gestos y Muecas. Hacia la década del veinte decidió trasladarse a Buenos Aires recorriendo así una importante trayectoria como ilustrador tanto dentro del campo de la historieta humorística como de su vertiente más seria. Apenas había arribado al ámbito porteño publicó sus primeros trabajos en la revista Fray Mocho y en el folletín literario de La novela Semanal. Formó parte del magazine Caras y Caretas en donde se dedicó a la ilustración de cuentos principales y secundarios con una estilística constante que mantendrá luego en las páginas de Leoplán.
Es muy probable que su incorporación en 1938 a la editorial Sopena haya sido consecuencia del cierre de la empresa de Pellicer, ya que por la misma época se incorporaron al staff de manera permanente Bernabó en 1939 y hacia 1942 Víctor Valdivia, ambos reconocidos ilustradores de la última época de Caras y Caretas con quienes Rechain había compartido su experiencia artística.

Su labor en Leoplán se extendió desde 1938 hasta 1943 inclusive, siendo en los dos primeros años donde aportó mayor cantidad de imágenes. Generalmente fue el encargado de realizar importantes ilustraciones de cuentos principales y secundarios cuyos géneros resultaron variados aunque un gran número de ellos pertenecieron al gauchesco, aquí el artista puso de manifiesto su amplio repertorio visual acerca del tema y una profunda habilidad para el dibujo de caballos, vestimentas, personajes y paisajes campestres.

 

Víctor Valdivia

VÍCTOR VALDIVIA (Potosí, 1897- 1967)
Se instaló en nuestro país por medio de una beca otorgada por el Gobierno Nacional de Bolivia que le permitió asistir a la Academia de Bellas Artes, por entonces bajo la dirección de Pío Collivadino, egresando en 1928 con el título de profesor superior de dibujo. Comenzó su inserción en el ámbito de la gráfica alternando los trabajos de ilustración para revistas y libros con otros de índole comercial. Por solicitud de Juan Alonso, el entonces director de Caras y Caretas, integró el staff de la publicación llegando a ocupar el puesto de jefe de dibujantes hasta su cierre en 1939.
Portando con una vasta experiencia en los medios, Valdivia ingresó a colaborar en Leoplán en el año 1942, extendiendo su participación hacia 1943 y 1944. Las imágenes presentadas para este magazine son de carácter figurativo y acompañan generalmente cuentos secundarios bajo la tipología de rurales. En dichas representaciones el artista demostró poseer un estudio documental de las características fisonómicas de los personajes, de los paisajes campestres y de los vestuarios típicos del género desarrollando además su habilidad para el dibujo de animales particularmente de caballos.

Valdivia fue un dibujante muy cuidadoso y preciso en retratar detalles descriptivos del texto. Las escenas ilustradas, en la mayoría de los casos, involucran un número importante de figuras y cada uno de los personajes es caracterizado en relación a su fisonomía, vestimenta o características psicológicas que presenta en relación con la trama argumental.

Roberto Bernabó

ROBERTO BERNABÓ (Misiones, 1908-s/d)
Obtuvo una formación artística en Europa donde aprendió el oficio de escultor actividad que continuó desarrollando al establecerse temporalmente en Rio de Janeiro. Al regresar a nuestro país, trabajó para innumerables publicaciones como Noticias Gráficas y Crítica y fue dibujante en la mayoría de las revistas porteñas tales como El Hogar, Mundo Argentino, Caras y Caretas, como asimismo en la mayoría de los magazines editados por Sopena.

Bernabó se incorporó al staff de la revista Leoplán hacia 1939, trabajando de manera continua hasta 1944 inclusive. Sus imágenes acompañaron novelas principales o destacadas cuyas temáticas se basaban en relatos épicos, novelas policiales y obras clásicas, a la vez que fue el hacedor de innumerables portadas que reflejan su maestría en el dibujo y la sutileza del trabajo de los medios tonos.

Cristóbal Arteche

CRISTÓBAL ARTECHE (Gijón 1900-Madrid, 1964)
Este gran dibujante español contaba con veinticinco años cuando se incorporó a la redacción del diario Crítica para cuya editorial trabajó en París hasta el año 1931 cuando decidió regresar a España para integrar activamente el Sindicato de Dibujantes Profesionales. Con la finalización de la Guerra Civil Española y el consecuente establecimiento de la dictadura de Franco migraría nuevamente a la Argentina. La intervención de Natalio Botana permitió que Arteche junto con otros artistas españoles pudiesen permanecer en nuestro país.

En 1941 hizo una única aparición en el magazine Leoplán pero desde 1942 y hasta 1944 colaboró con mayor frecuencia ilustrando un número importante de novelas y cuentos secundarios. Dentro del esquema editorial, este artista formaría parte junto a Bernabó, Rechain y Premiani del staff de dibujantes serios contratados por Sopena para la representación de textos de la literatura consagrada de autores reconocidos a nivel mundial Sus imágenes se distinguen por una estilística reconocible en el tratamiento estilizado de los personajes, destacándose en la realización de las más variadas caracterizaciones y vestimentas de acuerdo a la temática y época de cada una de las obras que ilustra.